Angeles Ruibal nos cuenta de su padre, José Ruibal Castro

José Ruibal Castro flanqueado por sus hijas Marisa y Ángeles
José Ruibal Castro flanqueado por sus hijas Marisa y Ángeles

José Ruibal Castro, mi padre, fue mi mejor maestro. Me hacía feliz cada instante que compartíamos. Él me enseñó a tener amor por la poesía y la música. Cantábamos juntos fragmentos de zarzuelas, interpretábamos Don Juan Tenorio, me enseñaba versos de Rosalía de Castro, Bécquer, Quevedo… ¡y me decía fragmentos de El Quijote de memoria!. Además también me cantaba la misa en latín. Había estado muchos años estudiando para cura, pero las mujeres le atraían más que los púlpitos y se casó con mi madre, una morenita preciosa.

    • Angeles Ruibal «Lo perdí siendo casi una niña… está en mis recuerdos a cada momento»

Cuando partió yo tenía catorce años y me quedé desolada, tanto, que no fui capaz de llorar su muerte. Me negué a pensar que no volvería a verlo nunca más. Desde entonces, cada vez que escucho una banda de música o el sonido de una gaita, el viene a mi memoria. Cuando leo algunos de aquellos poemas, me emociono y cada vez que cocino calamares, también lo recuerdo. Era tan bueno cocinando que un día, mientras estaba haciendo este plato y por haberle echado antes de tiempo la tinta, se le fue el color negro. Como le gustaba la perfección en la cocina, cogió la tartera y la tiró por la ventana al huerto… luego comimos huevos fritos recién sacados del gallinero y nunca se habló del tema.

      • Angeles Ruibal «¡Esa taberna!… y la iglesia de San Andrés de Xeve»

Cuando era pequeña lo acompañaba a la taberna, centro importante de reunión en San Adrés de Xeve https://angelesruibal.com/angeles-ruibal-vamos-a-la-que-fue-mi-casa-de-san-andres-de-xeve/, como en todo pueblo o aldea de Galicia. En cuanto lo solicitaban sus amigos, él me subía a una mesa para que cantara… «Unha noite na eira do trigo«, «Asturias patria querida«, «Palmero sube a la palma«… El repertorio era a petición del público. En aquella época aun no tenía definido mi estilo… ni me pagaban más que con unas golosinas.

      • Angeles Ruibal «Mi padre me encaminó en la interpretación de poemas»

También don José Ruibal me preparaba para recitar versos a las imágenes religiosas y recuerdo que hacía llorar a la gente que asistía a esas celebraciones con mi sentida interpretación, pero nadie sospechaba que ese sería mi futuro. Algunas de sus hermanas, esos días me regalaban dinero. Ahora que lo pienso, ya me pagaban bien entonces…

      • Angeles Ruibal «José Ruibal Castro, el actor o escritor que pudo ser»

Mi padre era tan simpático, que estaba siempre rodeado de gente que hacía reír hasta el cansancio. Inventaba historias maravillosas y cada vez que las repetía, le agregaba algo nuevo y aun te reías más. Podría haber sido un gran actor o escritor si se lo hubiese propuesto. Mi hermano, el dramaturgo José Ruibal Argibay, en sus obras de teatro escribió muchas de aquellas historias, por ejemplo en «Los mendigos».

      • José Ruibal Castro, secretario de ayuntamientos gallegos

En los últimos años, había estado de Secretario en el Ayuntamiento de Maside, Ourense, tras haber pasado por otros muchos. Nos llevaba de vacaciones en verano. Allí canté por primera vez con el coro y recuerdo que sacamos el segundo premio en un concurso. El director me ponía a un costado porque me decía que yo tenía micrófono propio y era ¡así de pequeña! cuando sucedió.

      • Angeles Ruibal «El día que se me paró el mundo»

Un quince de mayo unos señores vestidos de negro llegaron a nuestra casa. Me llamó mi madre y me dijo «Tu padre a muerto». Recuerdo que mi cuerpo se recostó contra el marco de la puerta y las piernas me temblaron, pero no pude decir nada, de mi garganta no salió ni un sonido. Mi madre no me besó ni me abrazó, solo me dijo que tenía que ir a Avión, donde estaba de secretario entonces. Allí había fallecido y lo enterrarían. Me quedé sola con mi amiga Margarita. Mis cuatro hermanos estaban lejos. Por la noche, me tendí en la cama de mis padres a rezar y pedí a Dios que lo dejara venir a despedirse. Como no sucedió, desde ese día no fui más a la Iglesia.

Papá… escucha cómo canto esos versos de Gustavo Adolfo Bécquer que me enseñaste

Ángeles Ruibal, Pontevedra, Galicia, España


5 Responses to Angeles Ruibal nos cuenta de su padre, José Ruibal Castro

  1. Marita says:

    Preciosa descripción de la falta de tu padre.
    Algo similar me sucedió y deje de ir a la iglesia….me encanta cuanto arte ha enriquecido tu vida…y cuando arte tienes para regalar ❤️

  2. ADOLFO ZABALZA says:

    Angeles, me ha conmovido el recordatorio a tu querido padre.- Ha sido el mejor obsequio que le hayas podido brindar a su alma que seguro te seguirá guiando desde su nuevo mundo.- Un fuerte abrazo.- Adolfo

    • Angeles Ruibal says:

      Gracias mi querido Adolfo por haberte unido a mi sentimiento.
      Mi padre vive en mi corazón.
      Te mando gran abrazo!!

  3. E. Susana Ruibal Uribe Echevarría says:

    Me siento muy conmovida al leerte y escucharte querida Ángeles.
    Gracias…!
    Recibe un emocionado abrazo desde la distancia geográfica aunque cercana desde el afecto.
    Susana.

    • Angeles Ruibal says:

      Mi querida Susana, aunque tarde te quiero agradecer tu comentario tan sentido.
      Te mando un fuerte abrazo!!