Angeles Ruibal – «Apenas con cinco años, mi padre -también Castro, como la poetisa, que el «de» se lo agregó después- me recitaba a Rosalía. Yo lo escuchaba con mucha admiración, como me lo comentó años después. Era como si al oír sus versos, fuera descubriendo el mundo de las emociones y el paisaje. Cuando él se nos fue, a mis catorce años, los recordaba a los dos en las noches de luna. También cuando contemplaba los regatos y los ríos. O cuando junto a mi madre visitaba las tumbas de los familiares y les sacábamos las hierbas. Cuando pisaba la tierra del huerto, cuando me subía a la higuera para cantar. Cuando el sonido de la gaita de Carlos, el vecino, llegaba a mis oídos. Si escuchaba a la lechuza en las noches oscuras. Cuando cruzaba la espesa arboleda, para visitar a mis tías paternas- Si tocaban las campanas de la Iglesia de San Andrés de Xeve al amanecer. Un sin fin de cosas y hechos que rodeaban mi vida. Todo me llevaba siempre a la poesía de Rosalía de Castro y al recuerdo de mi padre.
Angeles Ruibal – Y sigo con Rosalía de Castro…
Hoy, al cantar sus poemas, me transporto a ese lugar de Xeve. Allí donde transcurrió mi infancia y parte de mi adolescencia. Cuando canto sus versos transformados en canciones por mí, no puedo dejar de emocionarme y de sentir la voz de mi padre. Salen de mi alma llenas de vivencias lejanas y mucha emoción.
Angeles Ruibal – Rosalía de Castro en Argentina
En una comida en Buenos Aires en la Asociación Benéfica Cultural del Partido de Corcubión – ABC de Corcubión, mis paisanos me dijeron «Nos gusta mucho que cantes a Atahualpa Yupanqui. Pero ¿Cuándo vas a cantar a Rosalía?«. Esa misma noche, al llegar a casa de mis amigos Elvira Bermúdez y José Lavandeira donde estaba de invitada, busqué un libro de Rosalía. Cuando abrí «Follas novas» me encontré con el poema Algúns din miña terra. Como por arte de magia, el sonido salió de mi garganta transformado en canción sin más. Como estaba lejos de Galicia, lo hice al estilo de un alalá. Ese es el canto de los sentimientos, las morriñas de los emigrantes. La letra era muy adecuada y así nació este tema. Luego ya no pude parar de componer música sobre su poesía y así fue como surgió el disco de Rosalía de Castro «Cantarte ei Galicia». Pronto estará editado.
Para mis amigos en Argentina que gustan de Rosalía, sean o no gallegos! Cuando visiten estas tierras, no dejen de ir a su Casa Museo Rosalía de Castro en Padrón, A Coruña. Es una ciudad separada de la provincia de Pontevedra por el río Ulla. Las asociaciones de las cuatro provincias gallegas en Argentina, plantaron en su jardín otros tantos árboles de aquella tierra. Fueron un jacarandá, el ceibo, el palo borracho y un ombú, ese arbusto enorme. Tres de ellos se adaptaron a estos climas. Allí, en los jardines, paseando… hagan de cuenta que les estoy cantando este alalá
Angeles Ruibal, Pontevedra, Galicia, España
Hermoso tema ý sentida interpretación. Recuerdo nuestro momento compartido en Pontevedra. Abrazo y GRACIAS
Hermosa canción a la tía yerra. Te abrazo y Felicito, querida Ángeles y agradezco a Eduardo que nos lo dedicará a Fernanda y a mí