Ángeles Ruibal – Álvaro Ruibal, mi primo escritor y periodista – 2021

¡Reconozco que tengo una familia especial! Voy a recordar a mi primo, Álvaro Ruibal Carballal que, a pesar de haber tenido el título de arquitecto, fue escritor y periodista. Ejerció esa profesión durante 37 años en el prestigioso diario La Vanguardia de Barcelona. Firmaba su columna «La Calle y el Mundo» con el seudónimo «Ero», nombre sacado de San Ero, el fundador en 1151 del Monasterio de Armenteira, en el Concello de Meis, Pontevedra. De este singular monje gallego se dice que estuvo tres siglos mirando a la Virgen y escuchando el canto de los pájaros ¡Curiosa leyenda!

Angeles Ruibal «¿Fue una casualidad o tal vez se pusieron de acuerdo?»

Álvaro Ruibal decidió irse de este mundo un 15 de Enero y mi hermano José Ruibal lo siguió el 16 de Febrero, los dos en 1999. Álvaro era quince años mayor que José. En ese momento yo vivía en Buenos Aires y no los pude despedir.

Angeles Ruibal «Álvaro fue un profesional tenaz»

Álvaro falleció a los 88 años. El día después, Sábado 16 de Enero 1999, salió en el diario La Vanguardia su última columna con el título «Olivera marcó un golazo». Trabajó hasta el último momento. Comenzó su actividad periodística en el diario El Sol de Madrid, dentro de la sección que dirigía el escritor Juan Ramón Jiménez, ni más, ni menos! Luego colaboró con los diarios El Compostelano, Faro de Vigo, El Correo Gallego, La Noche, El Ideal Gallego, Gaceta Ilustrada, Jano, El Ciervo, La Revista, etc. Su firma se convirtió en una de las más valoradas del periodismo de aquellos años.

Angeles Ruibal «Cuando venía la familia nuestra de Compostela era todo un acontecimiento»

Álvaro Ruibal Carballal nació en Santiago de Compostela. Era hijo de mi tío Arturo Ruibal Castro, uno de los constructores más importante de esa ciudad, dueño además del Cine Capitol. Recuerdo con admiración a mi tío cuando venía a visitarnos a San Andrés de Xeve. Allí tenía un hermoso chalet, donde vivían tres de sus hermanas, famosas beatas del pueblo, mis tías Manuela, Mercedes y Eulalia, que dirigían a los criados y jornaleros encargados de atender las fincas y el jardín de altas palmeras y flores maravillosas, esas que llevaban cada semana a los altares de la iglesia de San Andrés. Venía el tío Arturo en su impecable Rolls Royce ¡Solo pude subir, años después, a su brillante pedestal! En aquellos años a los niños no se les preguntaba que les gustaría hacer. Así era nuestra vida entonces! Si quería gozar de un viaje en coche, me subía al cajón de madera con ruedas de mi hermano Fernando, cinco años mayor que yo, y él me llevaba de paseo. (Las dos fotos en blanco y negro de mi primo Álvaro se publicaron en el diario compostelano El Correo de Galicia)

 

Angeles Ruibal «¡Las fotos recogen historias familiares!»

Un verano, siendo muy pequeña, recuerdo que fuimos toda la familia caminando a la romería de Tenorio y mi tío Arturo, antes de cruzar el río Lérez que separa las dos aldeas, con su bastón me enganchó una pierna y no me gustó nada. Ni me imagino como lo miré, solo sé que todos se echaron a reír a carcajadas. También estaba mi hermano Pepe y ese día me hizo esta bonita foto que se llevó a Buenos Aires y me la regaló al volver a España. La guardó 10 años.

Anuncio de la empresa «Viuda de Arturo Ruibal» publicado en Agosto 1952 en la Revista Nacional de Arquitectura. Álvaro Ruibal se hizo cargo de la misma en 1944, tras renunciar a la dirección de la revista Destino en Barcelona, hasta 1961, cuando retornó a la Ciudad Condal.

Sobre esa etapa en la vida de mi primo, nos dice Raimundo García Domínguez, el gran periodista gallego conocido como Borobó, que me entrevistó al comienzo de mi carrera, vino a mi boda y fue muy amigo de mi hermano Pepe Ruibal, que Álvaro volvió a Compostela: «…para encargarse da boiante empresa de construcción creada por seu pai, don Arturo, ó morrer este»

Angeles Ruibal «Los hijos de mi primo Álvaro Ruibal»

Los hijos de mi primo Álvaro Ruibal Carballal fueron dos, Álvaro y María José, a la que llamábamos Mari Pepa, que nos dejó hace unos años. Solíamos jugar con alegría las dos y correr por la huerta del gran chalet que hizo construir en Xeve mi tío Arturo, su abuelo. Entrábamos en una mina que nos daba mucho miedo, pero al mismo tiempo sentíamos placer al escuchar los misteriosos sonidos del agua al caer entre por las negras piedras. Un recuerdo fantástico! Lamento no tener más vivencias de ella y su hermano de aquel momento de mi vida. Desde 1961 vivían en Barcelona y esa ciudad quedaba muy lejos con aquellas carreteras y coches de entonces. Con Álvaro, que es un gran médico en Compostela, tenemos una visita pendiente que la pandemia fue retrasando.

Angeles Ruibal «Mi hermano Pepe vivió con ellos»

Mi hermano José Ruibal vivió varios años en Santiago de Compostela, en casa de mi tío. Se fue para estudiar Artes y Oficios. Mi tío quería que se preparara para trabajar en su empresa ya que dibujaba muy bien. Pero mi hermano, después de hacer el servicio militar en Madrid, se fue para Argentina donde estaban ocho de mis tíos Argibay con mi abuela materna y mi hermana Mercedes. Ella había viajado un años antes por amor al tango, pero allí se hizo pintora formada por su maestro, el pintor Laxeiro. Y mi hermano se hizo dramaturgo. Trabajaba de periodista en Buenos Aires. Las vueltas que da la vida!!

Angeles Ruibal «Álvaro Ruibal Morell, el médico de la familia»

El hijo de mi primo Álvaro se llama como él, Álvaro Ruibal Morell. Hoy es Jefe del Servicio y Catedrático de Medicina Nuclear del Hospital Universitario de Santiago. Cuando se murió su padre, donó su biblioteca a la Universidad de Santiago de Compostela. Entregó seis mil volúmenes. Muchos de esos libros son verdaderas joyas literarias. También donó su archivo personal, cargado de historias vividas durante tantos años. Al publicar el libro editado por esa universidad gallega, «Álvaro Ruibal – Un retablo desde el Alcor» su hijo Álvaro, demuestra desde una alta colina sentimental, el cariño y la admiración que atesora hacia por su padre. Espero verte pronto querido Álvaro!

Angeles Ruibal «El Álvaro Ruibal escritor»

Los libros de Álvaro Ruibal Carballal también dejaron huella. Nos ha dejado  «Los Pueblos y las sombras»«León: Palencia, León, Zamora, Salamanca, Valladolid»«El tiempo retenido»«Ida y vuelta a Lérida»«Viveiro y A Mariña»«Gente de paso»

Angeles Ruibal «Un rasgo en la firma que nos une»

Hay algo que me dejó muy sorprendida: Al abrir el libro y en la contraportada, me encontré con la firma de Alvaro Ruibal. Con gran asombro vi que tenía un trazo final y rasgos caligráficos similares a la de mi hermana, la pintora Mercedes Ruibal. Aquí no acaba todo. He cambiado mi firma cuando me hice mayor, porque era igual que la de ella. Desde entonces firmo con mis iniciales para que nadie diga que la copio. Que alguien me explique esto ¿Por qué viviendo tan alejados unos de otros, tenemos la misma firma? Nunca había visto la de Álvaro Ruibal.

Cierran el libro sobre Álvaro, estas palabras que llevan la firma del escritor y profesor de Logroño, José María Lander

«Álvaro Ruibal fue uno de los periodistas españoles más admirados de la segunda mitad del siglo XX. Nació en Santiago de Compostela en 1910 y, aunque la tierra gallega siempre la llevó en el regazo, se formó intelectual y moralmente en el Madrid republicano. La guerra civil lo obligó a asentarse en Barcelona. Llegó a dirigir la revista Destino. Libre de espíritu, reacio a cualquier clase de etiqueta, abrió con su escritura espacios de libertad dentro de la asfixiante dictadura. Durante cerca de cuarenta años publicó interrumpidamente con gran éxito un artículo diario en La Vanguardia. Pero, además de su faceta cómo columnista, cultivó los libros de viaje. Ruibal perteneció a la estirpe de viajeros ilustrados. Como los noventayochista, su pasión se dirigió hacia los vastos territorios de la geografía española. Recorrió infatigablemente cada cada uno de los rincones. Tuvo predicción por los pueblos y sus gente humildes. Intuitivo como era, nos advirtió antes que nadie del peligro de la España vaciada. Le tiraba todo lo que rezumase a pasado. Murió el 15 de enero de 1999. Un día después salió publicado su último artículo».

Querido Álvaro Ruibal Carballal, como quien te escribe desde Tomelloso al cielo, yo haré lo mismo pero cantando a Rosalía para ti…

Ángeles Ruibal – Pontevedra – Galicia – España