Una tarde de 2012, durante la presentación de Así siento a Yupanqui en Argentina, acudí a la cita en el porteño barrio de Almagro donde viven los Wajnberg – Granovsky, con una bandeja de masitas, que son las pastas frescas en España. Me estaban esperando con ese cariño que se percibe a la distancia. Apenas llegué, comenzamos a hablar de historias pasadas y presentes inundadas de alegría. El encontrarme con Mariana siempre me conmueve. Fue mi primera alumna diferente.
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Angeles Ruibal y la Familia Wajnberg Granovsky de Buenos Aires
Cuando Rosa Granovsky, su madre, llegó con ella a mi escuela, recomendada por María Fux, le dije que nunca había enseñado música a nadie con dificultades para el aprendizaje. Le sugerí que la trajera un mes para ver el resultado, ¡Estuvo a mi lado ocho años… y toda la vida en mi corazón!
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Angeles Ruibal comenta… «Mariana y mis enseñanzas de músicoterapia»
Durante ese tiempo conseguí que Mariana tocara la flauta dulce, un poco de guitarra y sobre todo, a controlar su fuerza desmedida a través de la motricidad fina. Al comprobar los buenos resultados, acudieron al estudio sus compañeras y fue así cómo empecé a aplicar la músicoterapia, que en aquel momento ni se hablaba de ella en Argentina.
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Luz ,cámara, acción… Carolina Wajnberg
Con Carolina fue distinto. Con cinco años se dedicaba a dibujar y la música, como le pasaba a Dina Kawer, no le atraía mucho. Después de comentárselo a su madre la llevó a clases de dibujo y acabó estudiando cine. En el 2000, estando ella en la Universidad, necesitaba una actriz para una muestra y allí fui con todas mis ganas. Me dirigió muy bien y sacó un sobresaliente. Hoy, como todos sabemos, hay poca salida para hacer cine y por eso se dedica a escribir guiones con historias maravillosas, que algún día llegarán a las pantallas.
Cuando me marchaba de esa emocionante visita sucedió algo inesperado. Mariana se acercó con una cajita de púas y me la regaló diciendo que las usara cuando tocara la guitarra. La emoción me dejó sin palabras y la abracé fuertemente… Sé lo mucho que significa para ella desprenderse de sus «joyas» y lo hizo con los ojos llenos de amor hacía mí.
¡Gracias mi querida Mariana…!! Gracias querida familia por tanto amor, Rosa, Carolina, Daniel… ¡Os quiero! Y aquí les cantó un Yupanqui cuya música me pertenece…
Ángeles Ruibal, Pontevedra, Galicia, España
Rosa W.
21/11/2011 18:08:02
Angeles muy querida!!!!!! que emoción escuchar este hermoso reportaje.
Cuantos recuerdos me trae tu presencia en Argentina…. Nos conocimos hace más de treinta años, yo buscaba quien le enseñara música a mi hija Mariana, nadie se animaba… por qué?? Porque es discapacitada mental y eso asustaba…. vos nos conociste, me dijiste que te la confíe durante un mes, que querías intentarlo. Y como lo hiciste!!!! le enseñaste flauta, guitarra y también se acercaron al teclado. Mariana no te ha olvidado, obviamente, yo tampoco. Sos un maravilloso ser humano, lleno de amor y gran fuerza y eso se trasunta en tu canto. Te queremos mucho, te deseamos lo mejor!!!!
Rosa Granovsky
Angeles querida, has dejado huellas en el corazón de Mariana. ama la música y tiene un buen oído y muy buen gusto en todo lo que escucha. Lúcida, dulce y conectada con la realidad. Besps
Me siento muy feliz de haber podido ayudar a Mariana querida Rosa. Yo tampoco me olvido de ella y de toda la familia. Estoy muy agradecida que confiaras en mí. Os quiero!!
Viniendo de ti semejante elogio me conmueve querida Fina. Tu, mejor que nadie, sabes de esas cosas. Las historias de nuestros alumnos quedan en nuestro corazón para siempre.
Mis besos y abrazos!!
Que historia máis conmovedora, Ángeles! Vaia novela preciosa podería agromar desa historia real. De certo non hai mellor taller literario que o que nos brinda a propia vida. Claro que… os feitos soan así de sedutores pola sensibilidade e talento de quen os viviu e os sabe transmitir.
Grazas por compartir comigo esas experiencias que che pertencen, coma quen me convidase a un anaco de torta caseira rica rica, auténtica.
Apertas infinitas