Angeles Ruibal – Laxeiro – Foi un home – Veinte años en Buenos Aires

Si sólo digo José Otero Abeledo, muchos pueden no saber quien es. En cambio digo Laxeiro y allá, en España, como aquí, en esta Buenos Aires que tanto ha querido como buen gallego, la cosa cambia. Llegó en Lalín el 23 de Febrero 1908 y se fue en Vigo, el 21 de Julio 1996, tras pintar miles y miles de cuadros, además de ser un personaje inolvidable con el que compartí muchos momentos, como contaré. Quiero primero felicitar a la Xunta de Galicia y entidades colaboradores, con el Concello de Lalín de la Provincia de Pontevedra, entre ellas, por este libro que, en sí mismo, es también una obra de arte editorial, Fue un Hombre / Foi un Home – Laxeiro en América, Buenos Aires 1950 – 1970

Angeles Ruibal – Foi un Home, Laxeiro

Estamos ante una obra magnífica, con la que se rinde un muy merecido homenaje al gallego de Lalín, ese Laxeiro siempre atado a su aldea, que tan bien nos representó en Argentina, integrando un momento bien especial de la colectividad en Buenos Aires. La introducen Alfonso Rueda Valenzuela, Presidente de la Xunta de GaliciaRomán Rodríguez González, Conselleiro de Cultura, Educación, FP y Universidades de la XuntaJosé Crespo Iglesias, Alcalde de LalínTomás Marco Aragón, Director de la Real Academia de San Fernando, MadridVictorio Redondo Baldrich, Embajador de España en FranciaManuel Quintana Martelo, Presidente de la Real Academia Galega de Belas Artes. Tras sus introducciones nos encontramos con distintos enfoques de esa etapa de su vida, intercalados con reproducciones de obras de Laxeiro y otros artistas gallegos en Buenos Aires, más fotos del artista con terceros. Los momentos del libro bilingüe galego y castellano, son estos:

Fue un hombre, Laxeiro en América (Buenos Aires, 1950 – 1970), de Carlos L. Bernárdez, que aporta el título general de la obra

Laxeiro en Buenos Aires. Notas sobre un viaje vital y artístico, de Javier Péres Buján

Laxeiro y la ruptura del estilo único: La explosión estética bonaerense (1951-1970) de X. Antón Castro

La influencia de las vivencias del joven José Otero Abeledo en el artista Laxeiro a través de su legado en el Museo de Lalín, de Cecilia Doporto

2022… Laxeiro – Obra del artista Antón Llamazares, óleo sobre tabla, realizada especialmente para este libro

Reproducción Facsimilar del Catálogo Artistas Gallegos – Galería Velázquez, Buenos Aires, 1951. En esa muestra organizada por el Centro Gallego de Buenos Aires, se expusieron obras de (en el orden que allí figura) Isaac Díaz Pardo, Laxeiro, Carlos Maside García, Julia Minguillón Iglesias, Manuel Pesqueira Salgado, Manuel Prego de Oliver y Antonio Failde Gago

Sigue el apartado «Laxeiro en América» con obras suyas reproducidas a toda página. Cierran el libro sendas traducciones de los textos al inglés y francés.


Angeles Ruibal «El destino me ha ligado desde la niñez a Laxeiro»

Seguramente estaba preparando ya el viaje a Buenos Aires cuando nos visitó en nuestra casa de San Andrés de Xeve. El manojo de recuerdos que atesoro son sus vivaces relatos, muchos o casi todos relacionados con Lalín y su vida rural, más una recorrida por fincas nuestras. Siempre llevaba consigo una carpeta de apuntes para dibujar. Allí tomó bocetos de unas vacas, perros y caballos. Además me pidió que me alejara un poco… hizo unos rápidos trazos y allí estaba yo, una galleguiña admirada de cuánto podía hacer en un momento.


Angeles Ruibal «Laxeiro, el amigo de mis hermanos mayores, Pepe y Mercedes»

Quienes lo habían invitado eran mis dos hermanos mayores. Por una parte José Pepe Ruibal, devenido dramaturgo precisamente en Buenos Aires y con quien compartía tertulias en el Café Carabela de Pontevedra cuando visitaba la ciudad. Se encontraba allí con Manuel Cuña Novas, Sabino Torres, Pepe y otros artistas y escritores que crearon en esas mesas la Colección Benito Soto. Por entonces Mercedes Ruibal le decía que iría a Buenos Aires pronto para aprender a cantar el tango. Así lo hizo pero en lugar de mejorar su Garufa o Tomo y obligo, se apasionó por la pintura, siendo su maestro Laxeiro, con quien siempre mantuvo una gran amistad, que se prolongó en Madrid y Vigo.


Angeles Ruibal «En Madrid lo he visto pintar a Laxeiro»

Realizó una visita a España pues iba a exponer obras en Madrid. Mi hermana, ya casada con otro personaje también inolvidable en mi vida, Agustín Pérez Bellas, le ofreció que se alojara en la casa que tenían en pleno Barrio de Salamanca, calle Lagasca, muy cerca de El Retiro. Esas semanas o meses, además de las muchas cosas que me contaba, pude comprobar la necesidad que tenía de pintar cada día. Se levantaba, un desayuno que muchas veces yo mismo le preparaba, y a pintar. Algunas veces pasé horas viendo cómo lo hacía, maravillada! Siempre intercalando recuerdos de Lalín con su gracia para relatar cosas.

Yo estaba tomando entonces clases de música y canto con grandes profesores y me escuchaba ensayar. Laxeiro me aportó lo suyo… ¡Unos alalás o lo que fueran, laninenses, tal vez inventados por él, todos ellos muy picantones! Cuando luego me veía cantar en Vigo, alguna vez me pidió que recordara algunos de ellos… y le daba el gusto! Es más, se lo conté a Eduardo Bergara Leuman en Buenos Aires, cuando estuvimos con Sergio Aschero largas temporadas en La Botica del Ángel y ya la cosa fue a mayores, porque algún «Laxeiro» canté en el local, trasmitido por televisión. Vaya sofocón! Pero la gente se reía mucho.


Angeles Ruibal «Laxeiro se sentia muy a gusto pintando»

En la línea de lo comentado sobre cuánto pintaba, recuerdo visitar su estudio de Vigo y había que ir esquivando obras, apiladas en los costados. Javier Péres Buján que es el Director artístico de la Fundación Laxeiro en Vigo, comenta que en Buenos Aires tienen registradas la creación de 1190 obras. La mayoría de ellas han sido compradas por entidades, coleccionistas y mecenas en las últimas décadas. Están ahora en Galicia y España en general.


Angeles Ruibal «Una historia que nos contó Laxeiro y recordé a amigos pintores»

En la página 60 de Foi un home – Laxeiro nos dice Pérez Buján sobre la llegada de Laxeiro a Buenos Aires: «El primero que le abrazó a su llegada fue el pintor argentino Enrique Larrañaga (1900 – 1956) de quien el artista gallego había recibido su primera lección de pintura en Vigo, 1928, durante la estancia del pintor argentino en España, entre 1924 y 1931. Como recoge Xosé Antón Castro Fernández en «Laxeiro» (1985), cuenta que el maestro argentino le dijo: `…ponte a pintar con color y, si no tienes dinero para comprar óleo, lo puedes hacer con tierras baratas que logras tu mismo con cola de carpintero o de conejo y agua y comienza a manchar sobre un papel cualquiera. Si eres pintor ya te irá saliendo´«

Como me ha pasado en tantas páginas de este libro, me he emocionado una vez más pues así, palabra más, palabra menos, nos lo contó en una comida de amigos en Vigo. Esto da lugar a recordar que en Buenos Aires, son muchos los artistas plásticos argentinos de mediados del Siglo XX que han agradecido lo mucho que les aportaron los gallegos geniales, como los ya citados más Luis Seoane (que era de los dos lados) y otros. Con eso Laxeiro «pagaba» las clases que le dió Larrañaga, el eterno viaje de ida y vuelta entre gallegos y argentinos.


Angeles Ruibal «Sí, todavía me queda un `momento laxeiro´ y para mí, muy importante»

Lo he contado en esta web mía, El pintor Laxeiro, mi padrino de boda Había enviudado jovencísima y en Madrid, Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de Goya esquina a Nuñez de Balboa, muy cerca de la casa de Mercedes y Agustín donde yo vivía, el 14 de junio 1968 fui del brazo de José Otero Abeledo, el gran Laxeiro, para casarme con mi guitarrista, el argentino Sergio Aschero. Aquí se  nos ve viviendo el momento culminante en el altar, con la madrina al fondo, mi hermana Mercedes Ruibal. El cura párroco vino especialmente para oficiar esa ceremonia, era de San Blas y compartía la imposición de sacristías con ser taxista.


Querido Laxeiro, a finales de 2021, antes de volver nuevamente a Buenos Aires, quise retornar a lo que ahora son las ruinas de esa casa familiar donde nos visitaste. Como fui la menor de todos los hermanos y con muchos años de diferencia, soy la que queda para recordarte junto a ellos, mis padres, nuestras fincas, esos recorridos que hicimos por San Andrés de Xeve. Me has dejado tantos momentos inolvidables… tú, un genio de la pintura y el relato vivaz y amable que nos dió Lalín ¡Gracias por todo!

Ángeles Ruibal