Angeles Ruibal – «Acabo de encontrar entre mis papeles este poema dedicado a Irene Villa y me siento feliz al comprobar que su lucha fue y es un éxito. Estas palabras que supuestamente ella decía a su madre después del cruel atentado, no estaban tan lejos de la realidad. El 18 de febrero de 2017, una nota referida a Irene Villa, Irene o el poder del amor en el Diario La Tribuna de Ciudad Real del periodista, poeta y amigo Manuel Juliá, me trajo a la memoria ese trágico día, 17 de octubre de 1991. Después de 25 años recuerdo aquel ataque como si fuera hoy.
Angeles Ruibal «Una mañana como cualquier otra… pero que cambió de pronto»
Tengo la costumbre de encender la radio aún antes de levantarme. Informaban de la actualidad que más o menos conocía hasta que, de pronto, saltó la alarma. Acababan de producirse tres atentados en Madrid. En uno de ellos había una niña de 13 años que se había quedado sin piernas y algunos dedos de la mano, su vida peligraba. Mis ojos se pusieron a llorar calladamente, impotentes ante el horror. Me quedé en la cama esperando alguna buena noticia y no fue así. Todo era tragedia. De pronto me surgieron unas ganas enormes de escribir. En el cuaderno que siempre tengo en la mesita de noche, fui entrelazando estas palabras
Poema a Irene Villa
¡Madre, madre dime!!
¡Yo no entiendo nada!
¿Por qué nos quisieron
matar a mansalva?
Hoy los asesinos…
¿Sueñan con el alba?
¿Con campos de trigo?
¿Con flores doradas?
¿Con verdes olivos
y palomas blancas?
Creo que no sueñan,
ni ríen, ni aman.
Viven con la muerte
y no tienen alma.
Si acaso maligna,
toda putrefacta,
toda pestilente;
vive condenada.
Bestias asesinas
que nada las calma.
Van rompiendo vidas,
destruyen, arrasan,
pero no podrán
matar mis palabras.
¡Dime! ¿Quiénes son?
¿Cuándo los atrapan?
¿Por qué andan sueltos
por calles y plazas?
Son unos cobardes
sin duda, alimañas.
Piden libertades…
¿De cuáles nos hablan?
De las suyas propias,
no las de mi Patria.
¡Pobres ignorantes!
¡Nada les aguarda!
Tienen el desprecio
de las gentes sanas.
¡Madre! ¿Ellos lloran,
o no sienten nada?
Quiero conocerles,
mirarles la cara,
ver si son felices
cuando a otros matan.
¿Tienen hijos, Madre?
Dime si los aman,
dime si los besan,
que canción les cantan.
Hijos del horror
de una mala saga.
Diles que les cuenten
todas sus hazañas;
tal vez con espanto
escupan sus caras.
Mi canto callaron.
Mataron mi danza.
Mis juegos borraron.
Me quedan nostalgias.
Pero que no piensen
ganar la batalla.
Aún me quedan fuerzas,
para otras andanzas.
Me queda la vida
llena de esperanza.
Voy a luchar madre,
para que mañana
ningún otro niño
se quede sin alas,
se quede sin padres
por su cruel venganza.
Hoy los asesinos
festejan y matan,
pero si algún día
la suerte les falla,
sabran cuanto duele
perderse en la nada.
Angeles Ruibal
Madrid, 17 de octubre de 1991
Angeles Ruibal «Jornadas de muerte y desolación en España»
Ese día fue un gran drama para mí y toda España. Sentí que mi voz era la de aquella pequeña consolando a su madre y soñando con nuevos horizontes. Hoy Irene Villa es una maravillosa mujer, Licenciada en Comunicación Audiovisual, Humanidades, Psicóloga, periodista, conferenciante, escritora, madre y sobre todo, muy buena gente.
Angeles Ruibal «Ahora comparto mi Poema a Irene Villa con todos mis amigos»
Recuerdo que al otro día del cruel atentado, me acerqué al Hospital Militar Gómez Ulloa en Carabanchel y le entregué a su padre unos libros de música que había publicado para niños y mi poema. Al abrir la puerta recogió mi regalo y me dijo «Irene está dormida, muchas gracias» Salí con ilusión, pensando que mis palabras los podía consolar un poco. Me extrañó comprobar que me fue muy fácil llegar a la habitación. Ni un policía custodiaba la entrada ¡Mal hecho! Los asesinos aún andaban sueltos por Madrid.
Querida Irene… (Tengo una hija con tu nombre, que viene del griego y significa «La que tiene Paz», Irene Aschero) te canto este poema de mi amiga Mª do Carme Kruckenberg, viguesa, que se nos fue no hace mucho, pero siguen encendidos y vivos sus mensajes. Me confesó que lo escribió un día de mucho dolor, viviendo en Buenos Aires, a orillas del Río de la Plata. Por eso lo llamó ¡Ay!
Angeles Ruibal Pontevedra Galicia España
Todo hermoso!
Hermoso tema ÁNGELES y excelente tu interpretación…Felicitaciones porbtus interpretaciones!!!
Querida Ángeles a veces uno no puede recorrer la web y se pierde cosas maravillosa como tu poema y la canción,muy emocionante las dos ,nudo en la garganta .Gracias, gracias
Sentido poema a Irene Villa, y todo el dolor que expresa la palabra ¡AY! en la emoción que trasunta la voz de Ángeles. Esa emoción que me transmitiste y me hace decir ¡FELICITACIONES! por poder expresar tan bien los sentimientos. Un abrazo
A Irene Villa la he visto hablar en muchas ocasiones como portavoz del Psoe.Pero es tan prudente que poco caso la hacían en la Sexta Tv. de los sábados dirigida por Iñaki López. De todas las maneras en esa tragedia los madrileños sufrimos mucho principalmente porque todos nuestros seres queridos habían salido a trabajar sobre la hora de la tragedia. A mi me temblaban las manos cuando iba marcando teléfono a teléfono para saber si mi hija estaba bien o mi esposo estaba en la oficina. Pero se perdieron muchos hijos y hijas. Por este motivo lloré y sufrí. Irene Villa es una gran mujer que eligió su carrera para enfrentarse con medios de comunicación en favor de los más débiles. Y Madrid se vistió de luto porque solo los que vivíamos en Madrid supimos querernos todos a la vez.
Así fue Rosa María, Madrid se cubrió de sangre y dolor aquella mañana! Un abrazo amiga!!