Me viene a la memoria cuando anunciaron un recital, comienzos de 1968, de Atahualpa Yupanqui. Plena Gran Vía de Madrid, Palacio de la Música, muy cerca de Plaza del Callao. ¡No me lo quise perder! Sólo unas semanas antes, en noviembre de 1967, lo había cantado por primera vez en público, en un homenaje que se le tributó en la Facultad de Arquitectura de la Complutense. Fui a verlo con la esperanza de decirle que yo era aquella jovencita que la Agencia EFE, sorprendida, había difundido la noticia en Argentina. Dijeron que en España, una muchacha gallega lo cantaba con pasión criolla, entonces difícil de creer. Tenía pensado entregarle los comentarios de prensa, que habían salido hablando de mí en casi todos los diarios de Madrid. Pero cuando quise hacerlo, no pude moverme. Me quedé paralizada y mi corazón galopaba cargado de emociones.
Angeles Ruibal – «Yupanqui, un artista muy reconocido en España ya en aquellos años»
Esta presentación fue una de las muchas que hizo en España. Iniciaba ese día una gira que cerró otra vez en Madrid. Fue un largo periplo artístico, como lo comentó la Revista «Discóbolo» de Madrid. Era el ejemplar del 9 de noviembre de 1968 cuando dio su último recital Yupanqui, nuevamente en el Palacio de la Música. «Atahualpa ha vuelto a partir de nuevo, esta vez a Francia. Y aunque otro poeta dijo que partir es morir un poco, Atahualpa no morirá nunca porque él está latente en el tiempo. Porque su corazón errante lo mantiene inquieto y en su afán de cantar a las gentes doquiera se encuentren, ha recorrido la Península de Norte a Sur, de Este a Oeste, durante los meses que ha permanecido en ella»
España y Atahualpa Yupanqui
Aquí se le publicaron varios libros suyos. Recuerdo que en 1977 Aguilar Ediciones lanzó la primera edición de su obra Del algarrobo al cerezo, con relatos de su primer viaje a Japón en 1964. Y recogen los amigos de la Fundación Yupanqui en su biografía, que obtuvo en estas tierras mías varios premios, entre ellos en 1969 el prestigioso Premio Ondas de España que organiza la Cadena Ser de radio, aún vigente. En Madrid le fue concedido en 1973 el Premio Jornada de Medios de Comunicación Social de España.
Angeles Ruibal «En esa biografía de Don Ata, refieren a la relación por ancestros y viajes que tenía con España, e incluyen estos versos»
«Por un camino de España
camina mi corazón:
antes no se conocían,
hoy son amigos los dos…
Por un camino de España
camina mi corazón»
Angeles Ruibal «Tarde noche de invierno en Madrid cantando a Yupanqui por la Gran Vía»
Frío en aquella Madrid del `68. Las historias que acababa de escuchar en la voz del propio Yupanqui en el Palacio de la Música me sobrecogieron. Fui a casa volando por la Gran Vía, tarareando Los horneros, El alazán, la Lunita tucumana y todo el repertorio. Sí, la gente me miraba, pero yo estaba acostumbrada a que lo hicieran. En aquel entonces, no podía dejar de cantar aunque fuera por la calle.
Maestro, Don Ata, lamento no haber tenido el valor de acercarme a Usted para contarle lo importante que fue y es en mi vida. Hoy, tengo el orgullo de decir que su hijo, Roberto Chavero está a mi lado en el CD Ángeles Ruibal – Así siento a Yupanqui con su hermosa voz y toda su humanidad. Y me ofreció ponerle música a su poema Tiempo del Hombre… aquí se lo canto, admirado trovero!
Ángeles Ruibal, Pontevedra, Galicia, España