
Angeles Ruibal – «Con su sonrisa franca, auténtica, Georgina Bortolotto te llega al corazón sin ningún esfuerzo. Es una mujer inteligente, sensible, que te atrae desde el primer momento. Nos conocimos a través de nuestro amigo en común, Antonio Mínguez, presentador y locutor vigués, gran conocedor del tango. Este amigo le habló de mí, recomendándome para participar en la Fiesta Patria de Argentina, el 25 de mayo 2006, que estaba organizando. Ella se puso inmediatamente en contacto conmigo»
Angeles Ruibal nos dice «Georgina Bortolotto, diplomática argentina»
En ese momento era la Cónsul de Argentina en el Consulado de Vigo. Desde el primer instante, nos hicimos amigas. Georgina Bortolotto solía hacer grandes encuentros de la comunidad de argentinos de Galicia, Asturias y León. De esas actuaciones han quedado amigos como Sergio Veloso, cantor de tango. Yo había regresado de un exilio voluntario a mi Galicia y me sentía mal. Extrañaba Buenos Aires y mi familia argentina y ella trajo sosiego a mi corazón inmigrante de ida y vuelta.
Angeles Ruibal «Ahora está en Argentina pero seguimos en contacto con Georgina Bortolotto»
Georgina es una mujer muy valiosa, pero tuvo que dejar su trabajo por razones o sinrazones que no viene al caso explicar aquí. Pasó a organizar eventos y propagar la cultura de su tierra donde la requerían en las Rías Baixas. Una noche de la primavera 2013 nos reunimos en un restaurante de Pontevedra para desearle mucha suerte en su regreso a la tierra natal. Y allá está, entre la capital de Argentina, Buenos Aires y en su Coronda santafesina. Sigue haciendo lo suyo, escribiendo, que lo hace muy bien. Tiene proyectos importantes en camino de concretarse. Y está esperando que el gobierno de Argentina repare el daño que le han causado.
Georgina, te canto “Buenos Aires”, ahora que eres una porteña. Tal vez añores las tardecitas de verano, cuando estás en tu Coronda santafesina y paranaense. Aquellas de las playas viguesas
Angeles Ruibal, Pontevedra, Galicia, España
¡Felicitaciones por la nueva página, querida Ángeles!