
Cuando llego a Buenos Aires, es como regresar a mi otra casa. Allí tengo a mi gran familia por vía materna, los Argibay, que siempre me esperan con tanto cariño. Además están los muchos años que he vivido en esta ciudad única y de tener un ceibo mío en Villa Crespo.En cuanto supieron mi llegada, organizaron un gran asado y allí estaban casi todos. Los otros se fueron hace tiempo al largo viaje. El encuentro fue en Pilar, en la hermosa casa de Pirucha. Nuestros encuentros no son muy frecuentes, pero nuestra sangre se quiere y cada vez que nos vemos, lo disfrutamos mucho.
Continue reading Post ID 902